En conclusión, para gastar menos dinero, agua, y tiempo, hay que ser pelado.
Si todo el mundo fuera pelado, dejando de lado el cierre de peluquerías y de empresas fabricantes de productos capilares, se verían ventajas considerables para el planeta, como una postergación de la guerra del agua, y más tiempo para escribir textos como estos.
Día peladofi y martes 13.